sábado, 21 de febrero de 2009

La Argentina ya no es más emergente, sino un mercado de frontera

Las acciones y bonos argentinos ostentarán, a partir de mayo, el inaudito y funesto privilegio de ubicarse en el grupo de los mercados más esquivos y poco recomendables del mundo para invertir.

La banca Morgan Stanley anunció oficialmente que el mercado de capitales argentino
será retirado del índice más representativo que mide la actividad de los mercados definidos como “emergentes”: el MSCI Emerging Markets. A su vez, señaló que la Argentina entrará a partir de mayo de en la categoría “mercado de frontera”.

La noticia no luce nada bien. Cuando un mercado figura en esta categoría, esto implica que explícitamente el país desalienta la entrada y la salida de capitales. Significa un “descenso”, en términos de inversión extranjera, porque le impide al país recibir los capitales.

Menor inversión, baja liquidez y una menor probabilidad a un rebote en los deprimidos precios de los papeles serían las consecuencias directas.

Mecánica ligera

En rigor, los grandes fondos de inversión del mundo que deciden en qué activos van a invertir, toman como referencia o benchmark al índice MSCI de Latinoamérica, que hasta ayer tenía menos del 1% de acciones argentinas y que, desde mayo, no tendrá ninguna. Este indicador, compuesto por acciones y bonos de toda la región, tuvo a la Argentina con una ponderación del 13 % en los 90.

Sin embargo, con el encaje del 30% a los capitales que impuso la actual administración Kirchner, la desaparición de las AFJP y la baja liquidez producto de la crisis financiera, el mercado argentino perdió el interés de los inversores. Hoy opera en promedio unos $ 300 millones entre acciones y bonos en la bolsa local sumado a unos u$s 100 millones en el MAE.

En la categoría de MSCI Frontier Markets, además de Argentina figuran países con características financieras como las de Ecuador, Jamaica, Costa de Marfil, Nigeria y Pakistán, entre otros. Poca liquidez, menor desarrollo de mercado, pocas compañías globales y serios riesgos institucionales conforman el abanico que caracteriza a los mercados de estos países.

viernes, 12 de diciembre de 2008

La tablita de Machinea : su derogación


Es un método de cálculo o “tablita” ideada por el ex ministro de la Alianza José Luis Machinea para definir cuánto pueden deducir los empleados a la hora de pagar Ganancias.

La denominada “tablita” fija el índice de descuentos para los salarios de la denominada “cuarta categoría”, un sistema de retenciones a los sueldos mayores para gravar a la última categoría del Impuesto a las Ganancias, y en muchos casos termina licuando los aumentos de salarios.

Por su efecto distorsivo, la denominada "tablita" terminó subiendo la presión tributaria y provocando situaciones insólitas, como que algunos trabajadores optaran por no hacer horas extras o pedir menos aumento salarial para no superar determinado monto que los obligaba a pagar más Ganancias.

Por eso la CGT está pidiendo su derogación...

Por la tabla de Machinea, el salario desafía la lógica.

La lógica indica que quien más gana debería tener un ingreso mayor que otra persona con menor salario. Pero esta regla no siempre se cumple. Y esto ocurre porque se sigue aplicando la "tablita" de Machinea (primer ministro de Economía de la presidencia de Fernando De la Rúa) para calcular el impuesto a las Ganancias.

Esta situación se hace patente en la franja de los que ganan entre $8.000 y $8.500.

Luego del descuento de jubilación y salud, el que gana $8.000 de sueldo bruto, queda con un ingreso de bolsillo inferior a los $7.000. En cambio el de $8.500, tras los descuentos, queda con un sueldo neto superior a los $7.000.

Por ejemplo entre los que ganan:

Sueldo bruto $ 8.000.- luego de los descuentos de jubilación y obra social ingreso queda $6 .853.-

Sueldo bruto $ 8.500.- luego de los descuentos de jubilación y obra social ingreso queda $7.353.-

Queda aún mejor explicitado en la siguiente tabla:

TABLITA DE MACHINEA
EJEMPLO TRABAJADOR SOLTERO
SUELDO BRUTO $8.500 $8.000
JUBILACIÓN $742.50 $742.50
OBRA SOCIAL Y PAMI $405.00 $405.00
SUELDO NETO $7.353.00 $6.853.00
RETENCIÓN GANANCIAS $1.141.14 $ 598.77
SUELDO A COBRAR $6.211.00 $6.254.00

En consecuencia el empleado de $8.000, para el cálculo de Ganancias según la tablita de Machinea, puede deducir como mínimo no imponible el doble que quien gana $8.500.

Así, el que más ganas tiene un salto en la retención de Ganancias que termina con un ingreso inferior al que menos gana.

La conclusión absurda es que quienes ganan $8.500 deberían pedir a sus empleadores una reducción salarial de $500. Y cobrarían unos pesos más.

Por ello es hora de que esta Tablita absurda se derogue.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Hambre

Leyendo un informe atentamente destaco que este año 6,3 millones de menores de 18 años son pobres ( según datos oficiales ). De ese total 3,1 millones directamente pasan hambre.

El 47,2 por ciento de los menores de 18 años no posee cobertura sanitaria. Por día se mueren más de 25 recién nacidos, de los cuales 14 fallecen por causas evitables. En la mayoría de los hogares que cuentan con la presencia de menores se verifican situaciones de insuficiencia de espacio habitacional. Cerca de 1,2 millones de menores viven en viviendas ubicadas en zonas inundables y otro millón no tiene agua corriente.

El 14,2 por ciento del total de menores (equivale a casi 2 millones) no asisten o nunca asistieron a un establecimiento educativo.

Observo que se publican pocos datos al respecto, por lo que tengo que buscar de página en página. 12 millones de Argentinos no acceden a a la canasta básica de alimentos, cifra similar a mayo de 2001, en plena crisis económica.
Estudios privados realizados indican en cambio, que alrededor del 33 % por ciento de la población es pobre, mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) registró el 17,8 % , es decir , unas 6,3 millones de personas.

Preocupante si tenemos en cuenta que para el año 2009 se prevee un aumneto mayor del desempleo y una leve caída del ingreso real. Por ello la pobreza seguirá avanzando.

Desde 2003, Argentina mantiene una tasa de crecimiento económico de alrededor de un 8% promedio anual , lo cual permitió que diez millones de personas salieran de la pobreza registrada en octubre de 2002 (57,5%), aunque la inflación y la menor actividad consecuente de la crisis financiera mundial han incrementado la tendencia.

Si con semejante tasas de crecimiento ( no es mi objetivo en este escrito plantear si los primeros 3 años fueron hasta el 2005 inclusive , crecimiento genuino o sólo recuperación ) Si con semejantes tasas de crecimiento "Chinas" no se pudo subsanar este grave problema de la pobreza , que nos deparará el año entrante con un factible escenario de recesión tanto mundial como nacional?.

He leído que otro aspecto relevante del Keynesianismo ( no tenido demasiado en cuenta ) es ahorrar en tiempos de Bonanza para luego gastar en tiempos de crisis. En Argentina el fondo anticíclico fue dilapidado por el gobierno nacional en las últimas elecciones nacionales. Sólo quedan las reservas...y el monto global de las Afjp, a disposición del Estado, pese a los numerosos reclamos de los aportantes de las cajas de previsión privadas.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Menos comercio y depreciación de materias primas



La recesión europea, que ya comenzó a despuntar en Gran Bretaña y en Alemania, no es más que otro ingrediente del cóctel explosivo que completan la caída de la actividad en el mundo desarrollado y la desaceleración del crecimiento en los países emergentes.

Ni siquiera el Gobierno niega ya que la debacle desatada por la crisis financiera global impactará en la Argentina. El golpe, que ya provocó suspensiones de personal en fábricas, le agregó volatilidad en el dólar y elevó las tasas de interés ( desde hace años que la tasa de interés real no es positiva) , se sentirá con más fuerza en los próximos meses. Cada vez más alejados del optimismo, los pronósticos privados para el año próximo oscilan entre un crecimiento anémico (de entre un 1y 2 %) o una recesión, un escenario que día a día gana más adeptos. Todo esto se traducirá en un aumento del desempleo, que podría volver a ubicarse en dos dígitos (el desempleo real, no el medido por el Indec, ronda esa cifra actualmente) .

Bastan dos datos para tener una idea de la magnitud de la crisis: ayer la Organización para la Cooperación y el Dcesarrollo Económio (OCDE) reconoció que probablemente Estados Unidos, Japón y la eurozona ya estén en recesión. Esta situación se extenderá, por lo menos, hasta fines del año próximo.

Es la primera vez que esas tres economías se contraen al mismo tiempo en un mismo año. El pronóstico es de recesión en el mundo desarrollado y desaceleración en términos generales en el mundo emergente, que no cae en recesión porque venía de un crecimiento muy fuerte. Para la Argentina, esto implica menos actividad por la caída en el volumen y los precios de las exportaciones, problemas fiscales por una baja en los ingresos por retenciones a la exportación, falta de financiamiento, menos inversión extranjera y salida de capitales, entre otros efectos.

Qué compra Europa

Sólo Europa absorbe cerca del 20% de las exportaciones argentinas. Compra, principalmente, productos primarios y manufacturas de origen agropecuario, como maíz, harinas, aceite y pellets de soja, carne, vino, limones, langostinos, camarones o mineral de cobre, entre otros productos. Cerca de nueve de cada diez dólares facturados por exportaciones a la Unión Europea surgieron de esos dos rubros.

Si bien Argentina podría encontrar nuevos mercados, el impacto de la crisis quizá venga más en forma indirecta, por Brasil, que es nuestro principal socio comercial y tiene como socios directos a los países de Europa. Si Brasil crece menos, comprará también menos. La Argentina coloca en el gigante sudamericano no sólo trigo y automóviles, sino también plásticos, químicos y otras manufacturas elaboradas por las pymes, principales creadoras de empleo.

El deterioro de la economía europea favorecerá al dólar en la puja que mantiene desde hace años con el euro. En los últimos años, la debilidad del dólar favoreció a la Argentina. Impulsó el precio de las commodities (ahora en retroceso) y redujo los pagos de la deuda emitida en esa moneda, más abultada que la nominada en euros.

Mientras se vayan revelando nuevas evidencias de que la crisis en Europa empeora, la tendencia a la depreciación del euro y el fortalecimiento del dólar se va a mantener, aunque a largo plazo esa fortaleza va a empezar a desaparecer.-

sábado, 8 de noviembre de 2008

Los despidos y suspensiones alcanzan a 150.000 trabajadores en el país


Los despidos y suspensiones alcanzan a 150.000 trabajadores
Contradictoriamente a lo expresado por Cristina (en su mundo maravilloso) de la existencia de un desempleo de 7.8%. Se registraron despidos y suspensiones a lo largo del país, sobretodo en la industria y en la construcción se registran los problemas más graves pero no son los únicos afectados. Este fenómeno está en aumento.
A pesar del compromiso asumido por el Gobierno para defender el nivel de empleo y el anuncio hecho por la presidenta Cristina Kirchner sobre la baja en la tasa de desocupación, las derivaciones de la crisis internacional y la desaceleración de la economía doméstica castigan con fuerza al mercado laboral.
Alrededor de 150.000 trabajadores de diversas ramas de la industria, el comercio, la construcción y los servicios sufren de manera directa el impacto del freno en la actividad y enfrentan serios problemas de empleo: despidos, suspensiones, recortes de horas extras y pérdidas salariales y de aportes patronales, según destaca el diario El Cronista en su edición de hoy.

En esto contexto, los sectores con mercados laborales más afectados son:
• Industria: las ramas afectadas son la producción automotriz, autopartistas, fábricas de electrodomésticos, siderúrgicas, frigoríficos, curtiembres, alimentación, textiles, calzado y la industria maderera.
• Construcción: el número de obreros suspendidos llega a 60.000, fundamentalmente por la paralización de la obra pública en los últimos meses.
• Comercios: Se registran despidos y suspensiones en las compañías de tarjetas de crédito, en las cadenas de electrodomésticos y materiales de la construcción, y en locales minoristas. En tanto, las cadenas de supermercados anticiparon que no contratarán personal adicional para cubrir tareas durante las fiestas y el verano como venía ocurriendo de manera habitual en los últimos seis años.
• Bancos: hay un millar de despidos encubiertos.
Por regiones
Desde la CGT de Santa Fe, aseguraron que los despidos, suspensiones y adelantamiento de vacaciones en comercios e industrias en la ciudad de Rosario ya afectaron a 600 trabajadores.
En la provincia de Buenos Aires, ya son 45 las empresas que solicitaron aplicar el procedimiento preventivo de crisis y según el Ministerio de Trabajo ya hubo 112 despidos. Sin embargo, los sindicatos denuncian que hay despidos encubiertos que no se contabilizan. En tanto, en la Capital Federal aumentaron las audiencias por desvinculación de personal.
En Córdoba a la suspensión de los trabajadores de Iveco se suma el adelanto de vacaciones y la reducción de los turnos de producción impuesto por la autopartista Gestamp.
Los despidos y suspensiones se extienden a todas las provincias del país y ponen en alerta a todos los sindicatos regionales. Aún falta saber como actuará el Gobierno porque los vaticinios de los especialistas para el año que viene no son buenos y el pronóstico de desaceleración de la actividad no trae un escenario más esperanzador.

jueves, 23 de octubre de 2008

Las AFJP, otro fracaso

No son operadores bursátiles, desconocen los caprichos de la ruleta financiera, los índices FTSE, CAC, Nasdaq o Bovespa pueden resultarles jeroglíficos, pero sufren las consecuencias de la crisis de los mercados de manera directa. Los jubilados argentinos que optaron por una AFJP y quienes están próximos a retirarse por ese sistema son los primeros damnificados directos del crack global. El dinero acumulado con esfuerzo durante años en sus cuentas de capitalización se desvanece sin que puedan hacer nada al respecto. Son las reglas del juego. Quien le confió la plata para su vejez a una AFJP sabe que la destrucción de riqueza durante una crisis es inevitable, y con ello sus ingresos se ven afectados. Unidos Desde que Estados empezó a derrapar, en julio de 2007, los fondos administrados por las AFJP registraron ocho meses de caídas, a los que se sumarán los golpes más duros de septiembre y el mes en curso, cuando la debacle alcanzó dimensiones históricas. La rentabilidad real (descontada la inflación) de las inversiones realizadas por esas compañías va pareja: en ocho meses de este año anotaron ocho caídas, y se vienen dos más.

El 54 por ciento del dinero que las AFJP juntaron de sus afiliados está invertido en títulos públicos argentinos, el 11 por ciento en acciones locales y otro 10 por ciento en acciones y fondos extranjeros, mientras que los depósitos a plazo fijo concentran sólo el 6 por ciento de los fondos administrados.

¿Qué implica que caiga la rentabilidad en términos reales? Que la plata que tiene cada afiliado para su jubilación rinde cada vez menos. El segundo argumento es que hay que fijarse en la rentabilidad histórica, y no en períodos parciales de malos rendimientos. En este caso, señalan, la rentabilidad histórica nominal es del 14,15 por ciento, y la real, del 8,0 por ciento. Esta defensa esconde un elemento central: que la rentabilidad histórica va cayendo a medida que madura el sistema. De hecho, la rentabilidad nominal hace un año era del 18,05 por ciento y la real, de 9,9.

Esto ocurre más allá de la crisis actual de los mercados, que sólo aceleró el proceso. Para cualquier sistema previsional, incluido el de capitalización, la rentabilidad inicial es muy alta porque sólo recauda dinero de sus afiliados, sin la carga de pagar jubilaciones. Con el paso de los años, la relación se va equilibrando y finalmente se invierte: hay más jubilados que aportantes. En ese momento, como el sistema –en este caso, las AFJP– tiene que desembolsar recursos, el margen para operar se acota. Está obligado a desprenderse de acciones y bonos para hacerse de efectivo incluso en tiempos de crisis, dinero que utiliza mes a mes para liquidar haberes. Los sacudones financieros como el presente son cada vez más lesivos para el sistema por esta cuestión. De lo argumentado se deduce que este sistema estaba condenado al fracaso. Dentro de unos años quebrará también los sistemas de jubilaciones y pensiones de los EEUU.

La desvalorización de los fondos impacta de lleno en quien está próximo al retiro por una AFJP, ya que su cuenta se achica. Si decide comprar en este momento una renta vitalicia, que le asegura ingresos de por vida, le alcanzará para una jubilación mucho más baja. No es lo mismo comprar una renta con 100.000 pesos que con 90.000, por dar un ejemplo. Su otra opción es quedarse con un retiro programado, esperando a la normalización de los mercados. Según un informe de la propia Unión de AFJP, en 1998-1999 y 2001-2002, los dos períodos anteriores en que también cayó la rentabilidad por crisis financieras, fueron necesarios 13 meses para volver a los niveles previos a la crisis. Sin embargo, durante ese período el jubilado fue consumiendo su cuenta con los haberes de cada mes.

Desde que nacieron las AFJP, en 1994, hubo varias crisis financieras: el Tequila en 1995, la asiática de 1997, la rusa de 1998, la brasileña de 1999, la argentina de 2001-2002 y ahora la de 2007-2008. Durante 9 meses en 1998-1999 y otros 9 meses en 2001-2002, la rentabilidad de las AFJP fue también negativa.
Son cerca de $98.000 millones los acumulados desde la creación del régimen de jubilaciones privadas, mientras que los aportes mensuales suman otros $1.000 millones. Lo que me preocupa es que este gobierno, muy poco serio, despilfarre este dinero para afrontar gastos actuales como los vencimientos de la Deuda Pública y que en el futuro no exista una pensión mínima para los jubilados.

El Neoliberalismo es y ha sido incapaz de crear algo socialmente productivo.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Alternativas Económicas al Neoliberalismo Flexibilizado Actual


Encontrar una alternativa viable al neoliberalismo no es fácil y lleva tiempo, sobretodo si tenemosen cuenta el desarme ideológico de lo que fuera la izquierda, su incapacidad para estudiar la nueva realidad y responder a ella, y la total confusión o deserción de la gran mayoría de los intelectuales.
¿Existen alternativas a la economía neoliberal? Tras repasar su origen y aplicación en nuestro país, se abordan tres perspectivas concretas: la corriente de la economía heterodoxa, la configuración de nuevas instituciones internacionales que fortalezcan el papel de las Naciones Unidas y el plan emergente al neoliberal que estructuraron en la Argentina.
1. Problema Central (Hipótesis)
El nuevo modelo económico, autodenominado neoliberalismo, no constituye un ‘pensamiento único’, por más que se venda en tal presentación, en tanto podemos encontrar alternativas (opciones viables) al mismo.
CONCEPTO: Neoliberalismo
El neoliberalismo surge en Europa y en Estados Unidos después de la segunda guerra mundial, es un ajuste de cuentas teórico y político con el estatismo y también con el cooperativismo y otras formas de economía social, así como con mecanismos que podríamos denominar duros de la redistribución del ingreso. Sus objetivos son en esencia los mismos que los del viejo liberalismo, pero el problema ya no es liquidar los privilegios, alcabalas internas, fueros, propiedades en manos muertas y otras instituciones del viejo régimen feudal y de los Estado-nación que de aquél se heredaron; la cuestión es ahora derrotar al Estado social en cualquier forma en que se presente y funcione.

Como política concreta, el neoliberalismo se inició en América Latina, más precisamente en Bolivia y en el Chile de Pinochet. ¿Cuál era la alternativa neoliberal en esos países? El combate a la inflación era colocado como el objetivo fundamental, como condición previa indispensable para retomar el crecimiento económico, la modernización tecnológica y la distribución de la renta. La lucha contra la inflación era la forma específica de luchar contra la presencia del Estado, al considerar que ésta era promovida por el Estado con la fabricación de moneda para cubrir el déficit, lo que llevaría igualmente a la reducción del gasto público y, con estas medidas, a la reducción de prestaciones de servicios por parte del Estado, particularmente a las capas más pobres de la población, justamente las que estaban en peores condiciones de disputar los reducidos recursos en manos de los gobiernos.

Luego, con la elección de Margaret Thatcher en Inglaterra y Ronald Reagan en Estados Unidos, el neoliberalismo fue asumido como modelo hegemónico por el capitalismo a escala mundial. Se generalizaron, gracias al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, las políticas de liberalización económica y financiera, con la desregulación, privatización, apertura de las economías al mercado mundial, precarización de las relaciones de trabajo y retracción de la presencia del Estado en la economía.
Cuando el neoliberalismo fue perdiendo impulso, sus políticas, inicialmente consideradas como las mejores, pasaron a ser consideradas las únicas, conforme al recetario del Consenso de Washington. No había alternativa, como si se tratase de un purgante necesario, que provoca daños en el organismo, pero se dice que las células que sobreviven están mejor.
El papel del FMI se transformó SUSTANCIALMENTE sin que se revisara su tratado fundacional ni sus bases originarias. Y de pronto vimos que cuando los gobiernos se encontraban con inflación alta, grandes déficit presupuestarios y de la balanza de pagos externos y el Fondo planteaba la concesión de préstamos a esos gobiernos para que pudieran seguir funcionando, ponía este unas CONDICIONES SOBRE COMO GOBERNAR ESE PAÍS, por muy fuerte que fuera el gobierno o por muy democrático que fuera. Y esto se daba cada vez que un gobierno tenía esos problemas, cosa muy frecuente en los países menos desarrollados del Sur con economías empobrecidas.

En esos casos, el FMI exigía y exige para conceder esos préstamos monetarios a los gobiernos que hagan una política neoliberal según el modelo llamado desde 1989 Consenso de Washington, que consiste en cumplir una serie de "mandamientos", tales como subir el precio del dinero (el tipo de interés) para bajar la inflación, bajar los impuestos al capital para que no se vaya a otro país, privatizaciones de empresas públicas y servicios públicos, etc. Y todo eso se plantea como una cuestión técnica de economía pura, no política y, por tanto, no discutible porque en las nuevas condiciones no hay alternativa. Es la única solución posible. De ahí que se le llame a eso " el pensamiento único".
Este modelo en curso significó mayor concentración de la riqueza y crecimiento de los márgenes de pobreza. Es decir, se trató de un modelo basado en una mayor desigualdad y dependencia; fue un esquema profundamente excluyente y generador de crisis recurrentes. El capital, así, está más lejos de representar intereses universales. Es por ello que su pensamiento o sus representaciones generalizadores de sus intereses particulares adoptan hoy un marcado autoritarismo intelectual, al que los franceses en forma aguda han denominado pensamiento único.
2. Desarrollo del Problema
Dos décadas después de su aparición, el balance del neoliberalismo no corresponde a sus promesas: la economía (en varios países y en la economía mundial en su conjunto) no retomó la expansión, la distribución de la renta empeoró, el desempleo aumentó sensiblemente, las economías nacionales quedaron sensiblemente fragilizadas, las crisis financieras se sucedieron. El neoliberalismo se apoyó en gran parte en el ciclo expansivo de la economía estadounidense, que funcionó como locomotora de la economía mundial, pretendiendo asumir (bajo la forma de una "nueva economía") una dinámica de crecimiento permanente, hasta que ese ciclo se agotó en 2001.

Después de ciclos de crisis regional, que comenzaron con la crisis mexicana en 1994, seguida por la crisis del sudeste asiático en 1997, por la rusa en 1998 y por la brasileña en 1999, se configuró un cuadro de agotamiento del neoliberalismo. En América Latina, mientras inicialmente los presidentes se elegían y reelegían conforme adoptaban políticas neoliberales, como sucedió con Carlos Menem, Alberto Fujimori y Fernando Henrique Cardoso, a partir de finales del siglo pasado comenzó a suceder lo contrario. Fernando de la Rúa en Argentina, Jorge Batlle en Uruguay, Alejandro Toledo en Perú, Sánchez de Losada en Bolivia, Vicente Fox en México, pasaron a tener el destino opuesto: la amenaza del fracaso si continuaba el mismo modelo económico.

En ese contexto de crisis económica y social -que al mismo tiempo debilitó los sistemas políticos- el neoliberalismo entró también en crisis ideológica, con el creciente cuestionamiento de los valores mercantiles, incluso por parte de organismos como el Banco Mundial y ex teóricos del neoliberalismo, que pasaron a reivindicar acciones complementarias por parte del Estado y formas compensatorias para remediar los daños sociales causados por aquellos valores.
Este nuevo modelo económico se procuró implementar sucesivamente mediante cinco políticas económicas, con sus respectivas consecuencias:
a. Liberalización comercial. La apertura de fronteras y reducción aduanal implicó una depreciación del tipo de cambio lo cual perjudicó directamente el salario real. Además, la devaluación generó desempleo.
b. Reforma fiscal. La más llamativa de las reformas. Pregona la reducción del déficit presupuestario, con lo cual bajaría la inflación (beneficio a clases bajas). A su vez, existe una menor necesidad de deuda, por lo que las tasas de interés real descienden, al igual que la inflación. Aunque lo anterior mejora la perspectiva de los salarios, la consecuencia directa es el aumento del desempleo, al liquidar empleos del sector público (privatización), lo cual se traduce en un crecimiento del sector informal.
c. Reforma al mercado laboral. La lógica de tener un mercado más flexible implica la reducción del salario real, pero ello no implica un aumento del empleo, por tanto sí incrementa el empleo informal.
d. Reforma al mercado interno de capitales. Básicamente se buscó la concentración de activos financieros (incluyendo fondos de pensiones) en manos privadas. A su vez, un incremento en la tasa de interés real presupone mayor bienestar por el desempeño en la Bolsa de Valores.
e. Entradas de capital extranjero. Mayores entradas de capital, incremento del ahorro externo, implica una caída de las tasas de interés real, además, el supuesto es que disminuya el desempleo (sector informal). Por último, una reevaluación del tipo de cambio significaría aumento en los salarios y disminución de la inflación.
A pesar de que el modelo consiguió su objetivo fundamental de reducir y controlar la inflación, de entre las consecuencias destaca, a corto plazo, la disminución del salario real y el aumento de la tasa de desempleo. Teóricamente, los beneficios de este modelo económico se basan en el supuesto de una aceleración del crecimiento del producto interno bruto. Pero, aunque cumpla esta premisa de crecimiento, el neoliberalismo concentra demasiado el ingreso.
El neoliberalismo, pues, no ha cumplido con las expectativas. Ya sea por su complejidad, lento crecimiento, aplicación parcial, sus consecuencias terminaron siendo perversas: aumentaron tanto la pobreza como la desigualdad de los países en los cuales se aplicó.
INFORMACIÓN Alternativas
a. Corriente Heterodoxa
Frente a la corriente de la economía neoclásica Guillén Romo expone una corriente denominada heterodoxa.
Mientras que el neoliberalismo se concentra en la demanda y el mercado de la moneda (por lo cual exige disminuir su demanda, desregulación y contención de la oferta monetaria), la corriente heterodoxa se aboca a la oferta, o sea, actuar sobre precios relativos y alentar la inversión. Entonces, como es eminentemente un conflicto distributivo, se habla de la necesidad de un contrato social que vincule tanto trabajo así como capital: el primero para que mediante políticas sociales se disminuya la desigualdad; el segundo con tal de reducir las inversiones especulativas y diseñar políticas redistributivas.
La base de esta política alternativa es meramente keynesiana. Así, en tanto la neoclásica se preocupa por la macroeconomía, la heterodoxa profundiza en la estructura de los precios relativos; si la primera tiene insuficiencias y problemas de productividad, la segunda propone un intervensionismo estatal, en la política industrial, para así fortalecer las burguesías industriales autóctonas; y donde el neoliberalismo tiene conflictos distributivos, los lineamientos alternativos buscan gravar ganancias especulativas, impuestos a las fortunas, combatir la evasión fiscal y crear seguros contra el desempleo.
La corriente heterodoxa se preocupa más por la pobreza, y como las causas estructurales de ella son el crecimiento económico y la desigual distribución del ingreso, una política alternativa buscaría el incremento del ingreso de las clases populares, mediante un aumento del empleo (y los salarios reales) conjuntamente a una mayor preparación escolar y más capacitación.
En virtud de que tales objetivos sociales y económicos dependen fundamentalmente de las fuentes de recursos de los gobiernos, la estrategia alternativa plasma tres opciones:
i. eliminar la ociosidad de la capacidad de producción instalada (desempleo humano, tierras, instrumentos de trabajo y maquinaria);
ii. una nueva renegociación de la deuda externa del sector público; y
iii. una reforma tributaria profunda, donde paguen más los que más tienen.
b. Organismos Internacionales
Circunscrito en una apuesta por el multilateralismo, los problemas económicos a nivel mundial pueden solucionarse gracias a la reestructuración del marco institucional actual, lo cual implica eliminar las instituciones surgidas de Bretón Woods: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para así fortalecer los poderes compensatorios del sistema de Naciones Unidas.
Por ejemplo, frente a la Organización Mundial de Comercio, se propone reposicionar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), con tal de ser vocero de la autodeterminación económica de los países del sur. Junto a ella, se sugiere la creación de nuevas instituciones globales:
• El Tribunal Internacional de Naciones Unidas para la Insolvencia. El alivio de la deuda (una de las venas abiertas de América) es la respuesta adecuada a la permanente crisis de la deuda de los países pobres. Este organismo establecería limitaciones estrictas de la adquisición de nuevas deudas internacionales, y ofrecería las orientaciones para la regulación financiera y la gestión comercial con las que se pretende mantener el equilibrio de las cuentas corrientes.
• Organización Financiera Internacional de Naciones Unidas. Conseguiría y mantendría el equilibrio y la estabilidad en las relaciones financieras internacionales, librar a las finanzas globales de las distorsiones de la deuda internacional y el dinero basado en la deuda, fomentar la inversión interior productiva y la propiedad interna de los recursos productivos, y emprender en el ámbito internacional las acciones necesarias para ayudar a los países y a las localidades a crear unos medios de vida equitativos, productivos y sostenibles para todos.
• Fondos monetarios regionales. Proporcionan unos créditos de respuesta rápida, de emergencia y a corto plazo en caso de un déficit de moneda extranjera imprevisto.
• El Tribunal de Naciones Unidas para Conflictos Comerciales. El comercio es un medio, no un fin; la expansión del comercio por sí misma no es una meta; y la responsabilidad de negociar y obligar a cumplir unas normas comerciales debería estar en organismos que comprendan esta distinción.
• La Organización de Naciones Unidas para la Responsabilidad Corporativa. Después de la especulación financiera, la mayor amenaza económica para el bienestar de las personas y el planeta es el crecimiento y el abuso del poder corporativo no controlado. Prácticamente no existe mecanismo alguno a nivel internacional que aborde este peligro, y las instituciones de Bretón Woods continuamente intentan bloquear las acciones correctoras en los niveles nacionales.
c. El Plan Fénix
En Argentina por la profunda crisis del 2001/2002, diversos economistas, se dieron a la tarea de elaboran un plan alternativo al neoliberal con tal de, como su nombre lo indica, renacer de las cenizas. Las estrategias que diseñaron están orientadas a la búsqueda de la reactivación económica, mediante enfoques que buscaron su logro en el plazo más breve posible. Muchas de estas medidas fueron aplicadas , aunque no con la profundidad necesaria.
Instrumentos de política
Medidas de corto plazo
• Promover actividades empleo-intensivas y socialmente deseables (construcción masiva de viviendas para los sectores de menores ingresos y el refuerzo de la infraestructura básica);
• Promover oportunidades de empleo en los servicios a la familia (sistemas de cuidado infantil, cuidado domiciliario de ancianos, promoción de salud en terreno y actividades comunitarias);
• Seguro de empleo y formación para los desocupados;
• Reformulación del sistema financiero local y la disponibilidad de mayores recursos fiscales;
• Reforma impositiva global que, en esencia, penalice la riqueza fácil y estimule la orientación de los recursos a la inversión productiva;
• Negociar los servicios de la deuda, una quita de los montos de capital adeudado, que se complemente con una rebaja de las tasas de interés y un período de gracia de varios años;
• Se debe tender a la disminución progresiva del IVA como tasa general y fijar tasas diferenciales con reducciones sustantivas en los productos de primera necesidad;
• Reducir las tasas de interés, mediante una reducción de los encajes compatible con la vigencia de las normas técnicas, la afirmación del peso como la moneda de intercambio nacional y el tratamiento de la oferta de crédito como un bien público;
Medidas de mediano y largo plazo
• Deuda y financiamiento externo: Reprogramar por un plazo adecuado los pagos pasivos externos. Para el período inicial, se propone negociar un paquete plurianual de créditos conforme con las posiciones del G-7 y de los organismos internacionales, orientado a facilitar el financiamiento de las importaciones necesarias para el programa de crecimiento económico.
• Economías regionales: Se propone el lanzamiento de un programa nacional de apoyo y reconversión de las estructuras productivas del interior del país, con especial preferencia dirigido hacia el segmento de la pequeña producción rural y urbana. En cada economía regional se propone organizar un consejo nacional de transformación productiva con equidad social con participación del estado nacional, los estados provinciales, las universidades, los organismos de ciencia y tecnología y los productores.
• Empleo, desempleo y marginación social: Las políticas de carácter más activo, como los subsidios al empleo privado y los programas de generación directa en el sector público, así como los de entrenamiento y capacitación, también deben estar destinadas a mejorar la posibilidad de que los grupos más postergados obtengan empleo. Desarrollar estrategias de reescolarización en el sistema educativo formal de los desocupados. Instituir un amplio seguro de desocupación y medidas de apoyo directo que aseguren a la población acceso a la educación, la salud y, en general, a la satisfacción de sus necesidades básicas.
• Estructura y dinámica productiva argentina: Forjar una estrategia de aliento general a la mayor producción y la productividad que abarque las interrelaciones entre la industria, el agro y las demás ramas de la economía. Las medianas y pequeñas empresas deben recibir apoyos organizativos y técnicos que posibiliten su desarrollo y modernización, con condiciones de financiamiento apropiadas.
Globalización y desarrollo nacional.
• Política internacional: Remover la dependencia externa mediante la mejora de los precios relativos de la producción argentina y su competitividad, el fomento de las exportaciones, la defensa del mercado interno (que en la mayoría de las economías exitosas constituye el principal destino de la producción de bienes y servicios) y el aumento del ahorro interno (que financia la mayor parte de la acumulación de capital). Fortalecer y ampliar el MERCOSUR a través de políticas comunes en los planos económico, diplomático, social y tecnológico.
• Moneda y crédito: Recuperar la moneda local y la posibilidad de ejercer políticas monetarias y crediticias autónomas y responsables que den sustento a la transformación social y productiva buscada. Establecer controles sobre los flujos externos de capital que permitan reducir los efectos de las crisis financieras internacionales, con potencialidad para reducir los riesgos de iliquidez.
• Política cambiaria y sus condiciones previas: El abandono de un tipo de cambio de cambio fijo -cualquiera sea el camino que se elija- requiere, entre otras, de las siguientes condiciones previas y simultáneas: aumento del nivel de reservas hacia el promedio del año 2000; reordenamiento y saneamiento de las cuentas públicas; un sistema de seguro de desempleo que coloque a todos los hogares por encima de la línea de pobreza y un salario mínimo equivalente; renegociación de la deuda con quita y suspensión del pago de intereses; aumento de las protecciones efectivas relativas de las manufacturas más diferenciadas; imposición de retenciones a las exportaciones con fuertes ventajas comparativas presentes, tales como petróleo y energía; medidas para reducir la apertura financiera tales como imposición a las operaciones de moneda y fiscalización por el BCRA; compensación de efectos de la depreciación sobre los saldos de deudas y créditos de sectores de ingresos medio-bajos y pequeñas empresas.
• Política comercial y externa. MERCOSUR y ALCA: En cuanto al MERCOSUR, es preciso preservar la unión aduanera y negociar conjuntamente, formular soluciones para los pocos sectores conflictivos y llevar a la práctica proyectos de integración conjunta en áreas de nueva competitividad. Se debe concretar a la brevedad un acuerdo con la comunidad andina como paso para la constitución de un área de libre comercio para América del Sur.
• Política fiscal: Implementar técnicas de presupuestos por programas, resultados y base cero; jerarquizar el organismo que elabora y coordina la confección y posterior control de gestión del Presupuesto de la Administración Pública Nacional; recuperar los organismos de Administración Fiscal virtualmente desmantelados; implementar un régimen unificado de control de las empresas privatizadas con participación de las universidades y de los usuarios; elaborar programas racionales y permanentes de lucha contra la evasión.
• Producción tecnológica y competitividad internacional: Se debe desarrollar e inducir la utilización de tecnologías con mayor valor agregado doméstico e ingeniería local; agregar valor y manejo ecológicamente sustentable a los recursos naturales; inducir la difusión de tecnologías de la información; desarrollar los sectores productores de software y de una industria local de contenidos; articular el sistema nacional, regional y sectorial de innovación; desarrollar capital humano y favorecer el reciclaje de la fuerza laboral; implementar políticas de creación de nuevas ventajas comparativas en industrias asociadas con el uso de nuevas tecnologías.
Reformas institucionales y políticas.
• El rol del Estado: El Estado sigue siendo la máxima instancia de articulación social. Es necesario lograr un mejor Estado, tecnológica y culturalmente más avanzado, que contemple el fortalecimiento de aquellas instituciones y programas que promuevan nuevos equilibrios en los planos de la redistribución del ingreso y el poder social y que priorice los necesarios cambios en las instancias subnacionales, incluyendo mecanismos de participación ciudadana en los distintos niveles, en el marco de un replanteo del rol y la agenda del Estado, así como de sus relaciones con la sociedad civil.
• Regulación de los servicios públicos y concentración económica: Se debe promover, y aun forzar, patrones de comportamiento empresario que se asemejen, en todo lo posible, a los esperables en mercados eficientes, como un ineludible mecanismo en materia de regulación de monopolios naturales, sancionando y aplicando normas antimonopólicas específicas.
• Política y vida social frente a las propuestas de cambio en la economía: La transformación fundacional requerida para ponernos de pie requiere la conformación de una nueva coalición social que refleje al mismo tiempo la voluntad de superación de la crisis y la formalización de una nueva identidad que debemos construir entre todos. Esta coalición debe integrar aquellos sectores que encarnan la producción, provenientes del trabajo y del capital, y a las actividades esenciales que hacen que nuestra sociedad continúe funcionando.
El consenso social determinará el grado de intervención del Estado
y del mercado en la asignación de los recursos y la distribución de la riqueza.
3. Conclusiones
Tres perspectivas económicas alternativas bastan para echar por tierra la idea de un ‘pensamiento único’. Como se mencionó al inicio del trabajo, el neoliberalismo surge como oposición a la economía social y pública. De ambas, en nuestro país, la primera se encuentra prácticamente en ruinas, siendo que
Al desarrollo económico nacional concurrirán, con responsabilidad social, el sector público, el sector social y el sector privado (...) La ley establecerá los mecanismos que faciliten la organización y la expansión de la actividad económica del sector social: de los ejidos, organizaciones de trabajadores, cooperativas, comunidades, empresas que pertenezcan mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores y, en general, de todas las formas de organización social para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios.
En Europa y demás países desarrollados, la economía social representa una alternativa tangible y generosa a las condiciones de vida de vastos sectores poblacionales. Si se les reconsidera en su justa medida, mecanismos de la economía social tales como el Fomento Cooperativo pueden servirnos como alternativa, una más de todas las posibles, al liberalismo social, aquel neoliberalismo que se avergüenza de serlo.