viernes, 14 de noviembre de 2008

Menos comercio y depreciación de materias primas



La recesión europea, que ya comenzó a despuntar en Gran Bretaña y en Alemania, no es más que otro ingrediente del cóctel explosivo que completan la caída de la actividad en el mundo desarrollado y la desaceleración del crecimiento en los países emergentes.

Ni siquiera el Gobierno niega ya que la debacle desatada por la crisis financiera global impactará en la Argentina. El golpe, que ya provocó suspensiones de personal en fábricas, le agregó volatilidad en el dólar y elevó las tasas de interés ( desde hace años que la tasa de interés real no es positiva) , se sentirá con más fuerza en los próximos meses. Cada vez más alejados del optimismo, los pronósticos privados para el año próximo oscilan entre un crecimiento anémico (de entre un 1y 2 %) o una recesión, un escenario que día a día gana más adeptos. Todo esto se traducirá en un aumento del desempleo, que podría volver a ubicarse en dos dígitos (el desempleo real, no el medido por el Indec, ronda esa cifra actualmente) .

Bastan dos datos para tener una idea de la magnitud de la crisis: ayer la Organización para la Cooperación y el Dcesarrollo Económio (OCDE) reconoció que probablemente Estados Unidos, Japón y la eurozona ya estén en recesión. Esta situación se extenderá, por lo menos, hasta fines del año próximo.

Es la primera vez que esas tres economías se contraen al mismo tiempo en un mismo año. El pronóstico es de recesión en el mundo desarrollado y desaceleración en términos generales en el mundo emergente, que no cae en recesión porque venía de un crecimiento muy fuerte. Para la Argentina, esto implica menos actividad por la caída en el volumen y los precios de las exportaciones, problemas fiscales por una baja en los ingresos por retenciones a la exportación, falta de financiamiento, menos inversión extranjera y salida de capitales, entre otros efectos.

Qué compra Europa

Sólo Europa absorbe cerca del 20% de las exportaciones argentinas. Compra, principalmente, productos primarios y manufacturas de origen agropecuario, como maíz, harinas, aceite y pellets de soja, carne, vino, limones, langostinos, camarones o mineral de cobre, entre otros productos. Cerca de nueve de cada diez dólares facturados por exportaciones a la Unión Europea surgieron de esos dos rubros.

Si bien Argentina podría encontrar nuevos mercados, el impacto de la crisis quizá venga más en forma indirecta, por Brasil, que es nuestro principal socio comercial y tiene como socios directos a los países de Europa. Si Brasil crece menos, comprará también menos. La Argentina coloca en el gigante sudamericano no sólo trigo y automóviles, sino también plásticos, químicos y otras manufacturas elaboradas por las pymes, principales creadoras de empleo.

El deterioro de la economía europea favorecerá al dólar en la puja que mantiene desde hace años con el euro. En los últimos años, la debilidad del dólar favoreció a la Argentina. Impulsó el precio de las commodities (ahora en retroceso) y redujo los pagos de la deuda emitida en esa moneda, más abultada que la nominada en euros.

Mientras se vayan revelando nuevas evidencias de que la crisis en Europa empeora, la tendencia a la depreciación del euro y el fortalecimiento del dólar se va a mantener, aunque a largo plazo esa fortaleza va a empezar a desaparecer.-

sábado, 8 de noviembre de 2008

Los despidos y suspensiones alcanzan a 150.000 trabajadores en el país


Los despidos y suspensiones alcanzan a 150.000 trabajadores
Contradictoriamente a lo expresado por Cristina (en su mundo maravilloso) de la existencia de un desempleo de 7.8%. Se registraron despidos y suspensiones a lo largo del país, sobretodo en la industria y en la construcción se registran los problemas más graves pero no son los únicos afectados. Este fenómeno está en aumento.
A pesar del compromiso asumido por el Gobierno para defender el nivel de empleo y el anuncio hecho por la presidenta Cristina Kirchner sobre la baja en la tasa de desocupación, las derivaciones de la crisis internacional y la desaceleración de la economía doméstica castigan con fuerza al mercado laboral.
Alrededor de 150.000 trabajadores de diversas ramas de la industria, el comercio, la construcción y los servicios sufren de manera directa el impacto del freno en la actividad y enfrentan serios problemas de empleo: despidos, suspensiones, recortes de horas extras y pérdidas salariales y de aportes patronales, según destaca el diario El Cronista en su edición de hoy.

En esto contexto, los sectores con mercados laborales más afectados son:
• Industria: las ramas afectadas son la producción automotriz, autopartistas, fábricas de electrodomésticos, siderúrgicas, frigoríficos, curtiembres, alimentación, textiles, calzado y la industria maderera.
• Construcción: el número de obreros suspendidos llega a 60.000, fundamentalmente por la paralización de la obra pública en los últimos meses.
• Comercios: Se registran despidos y suspensiones en las compañías de tarjetas de crédito, en las cadenas de electrodomésticos y materiales de la construcción, y en locales minoristas. En tanto, las cadenas de supermercados anticiparon que no contratarán personal adicional para cubrir tareas durante las fiestas y el verano como venía ocurriendo de manera habitual en los últimos seis años.
• Bancos: hay un millar de despidos encubiertos.
Por regiones
Desde la CGT de Santa Fe, aseguraron que los despidos, suspensiones y adelantamiento de vacaciones en comercios e industrias en la ciudad de Rosario ya afectaron a 600 trabajadores.
En la provincia de Buenos Aires, ya son 45 las empresas que solicitaron aplicar el procedimiento preventivo de crisis y según el Ministerio de Trabajo ya hubo 112 despidos. Sin embargo, los sindicatos denuncian que hay despidos encubiertos que no se contabilizan. En tanto, en la Capital Federal aumentaron las audiencias por desvinculación de personal.
En Córdoba a la suspensión de los trabajadores de Iveco se suma el adelanto de vacaciones y la reducción de los turnos de producción impuesto por la autopartista Gestamp.
Los despidos y suspensiones se extienden a todas las provincias del país y ponen en alerta a todos los sindicatos regionales. Aún falta saber como actuará el Gobierno porque los vaticinios de los especialistas para el año que viene no son buenos y el pronóstico de desaceleración de la actividad no trae un escenario más esperanzador.